Día 12: Ilumina el Regalo: Rey. Sacerdote. Salvador.

LEER

“Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.” – Mateo 2:11 (NVI)

Me encanta recibir regalos. Pero honestamente encuentro más satisfacción en dar regalos que en recibirlos. Ningún regalo que he recibido en la edad adulta me ha hecho sentir como si fuera un niño, pero siempre que doy a mis hijos un regalo que realmente quieren, me llena de alegría ver la emoción y la felicidad en sus caras y escuchar: “¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias, papá!”

Hoy, vamos a considerar las implicaciones de cada uno de los regalos que los sabios de Oriente le dieron a Jesús.

Oro

Prácticamente, este regalo haría posible que la familia de Jesús se embarcara en una aventura. No lo sabían todavía, pero Dios estaba a punto de llamarlos a trasladarse a Egipto (Mateo 2:13), lo que sería un gasto más allá de lo que José y María podían costear. Pero Dios, sabiendo que esta necesidad vendría, proveyó el oro para hacer posible que ellos avanzaran en Su voluntad para sus vidas.

Además, ¡este fue el regalo perfecto para el Rey! El regalo con el mayor valor, sería exactamente lo apropiado para el Rey con la mayor autoridad, y esa es la razón por la que le dieron a Jesús este regalo. Al dar este regalo, los hombres sabios estaban haciendo una declaración profunda de que vieron, aceptaron y se sometieron a Jesús como el poder y la autoridad máxima en la tierra. El oro no era más que un simple reflejo del valor que ellos le dieron a Jesus, sino que también era lo más cercano que podían ofrecer para honrar su majestad y supremacía.

Incienso

Este regalo fragante tiene un significado precioso en la vida de Cristo que no nos debemos perder. La singularidad del incienso está ligado a las actividades sacerdotales, ya que se quema el incienso como parte de sus deberes regulares. El incienso sería quemado en el tabernáculo y en el templo como una representación de las oraciones del pueblo de Dios ascendiendo hacia Él (Salmo 141:2). Este aroma sirvió como punto de contacto sensorial entre el pueblo y su Dios. Así que, al dar este regalo en particular, los hombres sabios estaban reconociendo que además de ser rey, Él era sacerdote— Un sacerdote eterno, porque cuando Jesús murió en la cruz y ascendió al cielo, nunca dejaría de interceder en nombre de la humanidad ante la presencia de Dios mismo (Hebreos 7:25). Incluso en este mismo momento, casi dos mil años después de su crucifixión, resurrección y ascensión, Jesús es el mediador que intercede entre Dios y la humanidad, y entre la humanidad y Dios: “Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesuscristo hombre” (1 Timoteo 2:5 RVR1960).

Mirra

Al igual que los regalos de oro e incienso, este regalo apunta a algo significativo acerca de Jesús. Una sustancia fragante utilizada con fines medicinales, la mirra podría aplicarse en heridas o incluso a cadáveres para retrasar el proceso de descomposición.

Mientras Jesús estaba siendo crucificado, los espectadores mezclaron mirra con vino y se la dieron a Jesús. Probablemente lo hicieron para sedarlo. Pero note cómo Jesús se rehusó a tomarlo, para evitar disminuir la severidad del dolor y el castigo por nuestro pecado. También se menciona la mirra en otra oportunidad durante este tiempo, que no nos podemos perder: “José de Arimatea . . . Le rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió . . . y Nicodemo . . . también vino, trayendo una mezcla de mirra y aloes . . . tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en tiras de lino con las especias, según es costumbre sepultar entre los judíos” (Juan 19:38–40 RVR1960).

¿Puedes ver el significado de este regalo? Si el oro indica que es Rey y si el incienso revela que es nuestro sumo sacerdote eterno, ¿que significado tiene la mirra? Anticipa el hecho de que iba a sufrir y servir como sacrificio por nuestro pecado!

Al reflexionar sobre el significado de estos regalos en relación con la Navidad, y en el Único que celebramos en Navidad, ¡nunca olvidemos el verdadero regalo que recibimos en Navidad! Juan 3:16 nos dice que Dios dio a su único Hijo para que todos aquellos que creen reciban el regalo de la vida eterna.

DEJA ENTRAR LA LUZ

Oro. . . Un regalo para un Rey

Incienso. . . Un regalo para un sacerdote

Mirra. . . Un regalo para un Salvador

DEJA QUE BRILLE LA LUZ

Juntos en familia hagan un pastel de cumpleaños y tarjetas para Jesús.

About the Author

Danny Saavedra

Danny Saavedra is a licensed minister who has served on staff at Calvary since 2012, managing the Calvary Devotional and digital discipleship resources. He has a Master of Arts in Pastoral Counseling and Master of Divinity in Pastoral Ministry from Liberty Theological Seminary. His wife Stephanie, son Jude, and daughter Zoe share a love of Star Wars, good food, having friends over for dinner, and studying the Word together as a family.